Hay otros mundos, pero están en este.
Sólo tienes que dar un paso y atreverte a descubrirlos.

sábado, 8 de junio de 2013

Una nueva ruta.

Hoy comenzamos una nueva ruta. En este caso  es el camino de Santiago. Lo he iniciado junto con mi amigo Santi. Partimos de Logroño, donde nos habían subido las bicis con un camión. Despues de llegar al sitio, había que montarlas. 1 horita. Y bueno, después al albergue del peregrino en  Logroño a recoger las credenciales, y partir. Total, que entre unas cosas y otras, salíamos a la 1 del mediodía. Como siempre (esto ya es una norma, que dudo que algún día no se cumpla), pues eso, como siempre, ha empezado a llover. Chubasquero y a darle. Unas subidas y llegamos a Navarrete.Donde hemos aprovechado para comer. Muchos peregrinos por todo el camino. LLegamos a Ventosa, media vuelta al pueblo, y seguimos. El camino en algunos tramos se vuelve complicado, tanto que tenemos que empujar las bicis. Piedras, barro, y agua. ¿Que más podemos pedir?. LLegamos a Najera y entramos a ver la iglesia, con su claustro gotico. Una visita muy recomendable. Las 5 de la tarde, y no sabemos muy bien que hacer. El tiempo en seguida nos saca de dudas. Empieza a llover otra vez. Pero esta va en serio. Agua y agua, a cubos....

Nos quedamos mirando y nos decimos: "Así no vamos a hacer los proximos 20 kms". Nada, momento de recogerse. Vamos en busca del albergue... y nos atiende un italiano muy simpático, que nos dice: " Me quedan 3 plazas, si quereis..." Hombre si queremos, no nos vamos a quedar en la calle". A los 5 minutos llega otro bicicletero, y con él se cierra la admisión. Suerte hemos tenido. Nada,  una ducha,  preparamos la cama, y a lavar la ropa... Huy que bien, si tienen secadora. Despues del lavado a mano, compartimos secadora con una australiana, una inglesa, y dos italianos. Mientras se seca, nos vamos a cenar. Un bacalo a la riojana que no se lo salta un galgo. Volvemos, y estando ya todo seco, toca recoger y a dormir. El del albergue nos lo dejo muy claro, nada más entrar: botas fuera, a las 10 se apagan las luces y a las  6 de la mañana se encienden. Bueno, bueno, esto forma parte del camino.

En una sala de 40 literas, esta noche se va a oir la Orquesta Sinfónica de Ronquidos a 80 voces.  Menos mal que todos llevamos tapones, que si no... Bueno, si alguno no los lleva... lo siento por él.

Buenas noches y a ver si podemos descansar!

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